El salón es la estantancia donde pasamos más horas y en la que proyectamos lo que somos y en lo que nos vamos convirtiendo. Es el corazón de tu casa y cambia y late al ritmo de las horas. Debe poder acoger tanto los juegos matutinos de los niños como una entrañable velada con los amigos.
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Has de sentirte agusto en él y, a la vez, debe tener alma, porque todo hogar tendrÃa que llevar la marca de quien lo habita. Y no hay mejor manera de decorar que ser uno mismo. Asà viste tu salón con piezas personales que te despierten sensaciones, pero no renuncies a las más prácticas, ya que de la alquimia entre ellas nace lo decorativo.
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